CUIDA TU MICROBIOTA Y SIÉNTETE MEJOR.
Un artículo de María Real Capell.
En esta entrada te enseñaré como potenciar tu microbiota para que sea competente y juegue a favor tuyo y no en tu contra.
La microbiota es el conjunto de bacterias que colonizan la piel, el aparato digestivo y el aparato genital. La microbiota es considerada prácticamente un órgano y puede llegar a pesar 2kg. Las funciones de la microbiota son las siguientes:
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- Digestión de los alimentos.
- Regulación del metabolismo.
- Puesta a punto del sistema inmune.
- Producción de anticuerpos naturales.
- Protección de bacterias patógenas que pueden provocar enfermedades.
- Producción de vitaminas.
- Regulación de neurotransmisores intestinales, insulina y otros péptidos.
- Comunicación con el resto del cuerpo mediante el Nervio Vago.
Las alteraciones en la microbiota pueden generar desequilibrios.
Y esos desequilibrios pueden ser causantes de enfermedades como: diabetes, fibromialgia, síndrome metabólico y un largo etcétera. Las alteraciones de la microbiota se producen cuando un microorganismo crece de más en respecto a otro. Imaginemos un campo de girasoles y margaritas.
Si solo riego a las margaritas, los girasoles se van a morir y van a dejar de crecer. Esto es una metáfora de lo que sucede en nuestra microbiota.
Si como muchos ultraprocesados estaré alimentando a las bacterias malas y crecerán mucho, crecerán tanto que ocuparán el lugar de las buenas. Las bacterias buenas van a morir porque no las estaré alimentando con alimentos de calidad.
Reduce los Firmicutes en tu microbiota.
¿Sabías que las personas que tienen una alta cantidad de Firmicutes en su microbiota tienen más riesgo de obesidad y de diabetes? Sin embargo, si tenemos una dieta rica en fibra y baja en grasa tendremos más proporción de Bacteroidetes y en consecuencia nos bajarán los Firmicutes.
Muchas veces la vida moderna va de la mano de:
- Estrés.
- Consumo de ultraprocesados.
- Contaminación ambiental.
- Exposición a plásticos y microplásticos.
- Consumo de alcohol y otras sustancias tóxicas.
- Consumo de azúcar y edulcorantes.
- Exceso de café.
- Consumo de bebidas carbónicas azucaradas.
- Aditivos alimentarios para prolongar la vida útil del alimento (esto es positivo para la industria alimentaria pero no para ti)
- Ingesta elevada de calorías.
- Sobreexposición a metales pesados. El cuerpo tiene funciones detoxificadoras naturales como el hígado y los riñones. Pero actualmente hay personas que presentan un alto índice de metales pesados y necesitan una ayuda extra para eliminarlos ya que la función hepática y renal es insuficiente en casos de exposición elevada.
- Sobrepeso y obesidad.
- Estreñimiento. El estreñimiento es muy nocivo para la microbiota porque aumenta el tiempo de tránsito colónico de las sustancias tóxicas.
Todas estas cuestiones enumeradas de la vida moderna nos pueden causar desequilibrios en la microbiota y perjudicar nuestra salud.
Todas estas combinaciones a parte que nos inflaman nos hacen estar más cansados, la piel se ve más apagada, nos cuesta más hacer ejercicio y salir de casa, tenemos más pereza y foggy mind, nos apetecen alimentos o muy azucarados o salados, estamos de peor humor, tenemos inflamación articular o mialgia, etc.
¿Qué podríamos hacer para revertir estos efectos y mantener una microbiota equilibrada?
- Consumir frutas y verduras frescas de temporada y de proximidad. Consumir frutas y verduras de proximidad y de temporada, que además de ser más sostenible, hace que las frutas tengan más vitaminas y minerales.
- ¡Cómete el arcoíris! Esta frase significa que tienes que combinar distintos colores en un mismo plato para asegurar la ingesta de distintos antioxidantes. Combina en tus platos los siguientes colores:
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- Frutas y verduras rojas/violeta: tomate, arándanos, moras, manzana, ciruelas, berenjena, cebolla morada, fresas, sandía, uvas, col lombarda, remolacha, pimiento, rabanitos, fresas, etc.
- Frutas y verduras naranjas/amarillas: zanahoria, maíz, calabaza, naranja, limón, mandarinas, mango, plátano, melocotón, pimientos, nísperos, nabos, etc.
- Frutas y verduras verdes: brócoli, rúcula, lechuga, acelga, calabacín, espárragos, kiwi, aguacate, brócoli, romanesco, etc.
- Frutas y verduras blancas: puerro, cebolla, patata, ajo, coliflor, jengibre, champiñones, hinojo, etc.
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- Ingiere polifenoles ya que disminuyen la inflamación intestinal. Son una muy buena fuente de polifenoles frutas como las uvas, fresas, frambuesas, arándanos y granada. El tomate y la remolacha también aportan polifenoles.
- Consume suficientes proteínas diariamente porque son saciantes y son un componente estructural fundamental en nuestro cuerpo.
- Duerme suficiente. No dormir suficiente provoca una modificación de la microbiota intestinal para mal. Por el contrario, dormir suficiente aporta diversidad en la microbiota.
- Consume mínimo un alimento probiótico diariamente. Tienes hoy en día un sinfín de probióticos para elegir: Kombucha, Kéfir, Natto,
- Incorpora almidón resistente en tu día a día. El almidón resistente es el resultante tras cocinar el alimento y enfriarlo. Es ideal hacerlo con patatas. Una vez estén cocinadas se dejan atemperar a temperatura ambiente y cuando ya no están calientes se meten en la nevera.
Un buen aliado para tu microbiota.
Si crees que necesitas un extra diario para ayudar a tu función intestinal toma durante 20 días SeidyColon® ToxDepur para ayudar a eliminar toxinas orgánicas. Lo puedes tomar en ayunas o antes de una comida. Si tomas alguna medicación por la mañana mejor que te tomes SeidyColon® ToxDepur antes de cenar y si tomas alguna medicación por la noche mejor que te tomes SeidyColon® ToxDepur por la mañana en ayunas antes de desayunar.