Atrofia vaginal: Comprender una afección común en las mujeres

¿Qué es la atrofia vaginal?

La atrofia vaginal es una dolencia causada por el déficit estrogénico que afecta a las mujeres, especialmente durante la menopausia, pero también puede ocurrir a una edad temprana, especialmente después del embarazo.

También puede ser experimentada por mujeres que han pasado por tratamientos contra el cáncer de mama o que han tenido una extirpación quirúrgica de los ovarios.

En este artículo te explicamos las principales causas y síntomas, así como los distintos tratamientos que tu médico puede aconsejarte seguir.

Causas y factores de riesgo de la atrofia vaginal

Hay diversas causas y distintos factores de riesgo que contribuyen a la aparición y desarrollo de la atrofia vaginal. Comprender estas causas y tener en cuenta los factores de riesgo resulta fundamental para abordar adecuadamente esta condición y buscar opciones adecuadas para su tratamiento.

Estos son algunos de los principales factores que pueden desencadenar o aumentar el riesgo de desarrollar vaginitis atrófica:

  1. Menopausia: Es la causa más común de la atrofia vaginal. Cuando aparece la menopausia, los ovarios dejan de producir estrógeno de manera regular, lo que puede provocar cambios significativos en la salud vaginal. A medida que los niveles de estrógeno disminuyen, el tejido vaginal se vuelve más delgado, más seco y menos elástico.
  2. Tratamientos contra el cáncer: Algunos tratamientos contra el cáncer pueden alterar el equilibrio de los niveles hormonales y aumentar el riesgo de desarrollar atrofia vaginal.
  3. Factores hormonales: Además de la menopausia, se identifican otros cambios, provocados por alteraciones hormonales, que pueden contribuir al desarrollo de la atrofia vaginal. Entre esos cambios destacan el síndrome de ovario poliquístico, los trastornos tiroideos o durante la lactancia.
  4. Medicación: Algunos medicamentos pueden llegar a interferir con los niveles hormonales, aumentando el riesgo de atrofia vaginal.
  5. Factores de estilo de vida: El tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y la falta de actividad sexual regular, pueden influir en la salud vaginal y contribuir a un aumento del riesgo de desarrollar atrofia vaginal. La práctica regular de ejercicio físico ayuda a prevenir patologías como la sequedad vaginal.

Es importante tener en cuenta que cada mujer y cada organismo es diferente, y la forma en que la vaginitis atrófica se desarrolla y progresa puede variar de manera importante.

Si experimentas síntomas de atrofia vaginal o identificas factores de riesgo que te preocupan, no esperes y consulta a tu médico de confianza o a tu especialista en salud femenina.

Síntomas y efectos de la atrofia vaginal en la calidad de vida

La atrofia vaginal puede tener un impacto muy significativo en la calidad de vida de quienes la experimentan.

Los síntomas asociados con esta dolencia pueden variar en intensidad, pero generalmente afectan a la comodidad y el bienestar sexual, así como la salud general de la zona íntima.

Resumimos aquí algunos de los síntomas más comunes y los efectos en la calidad de vida que pueden derivarse de ellos:

  1. Sequedad vaginal: La sequedad vaginal es uno de los síntomas más comunes de la atrofia vaginal. Debido a la disminución de los niveles de estrógeno, el tejido vaginal se vuelve más delgado y menos lubricado, lo que puede causar incomodidad y dolor durante las relaciones sexuales. También puede generar irritación y picazón en la zona vaginal, lo que resulta verdaderamente incómodo en la actividad diaria.
  2. Dispareunia: Dolor o malestar durante las relaciones sexuales. Como resultado de la vaginitis atrófica, los tejidos se vuelven más frágiles y pierden elasticidad, dificultando la penetración y provocando dolor o sensaciones incómodas durante el acto sexual. Esto puede afectar la intimidad de una pareja y disminuir el deseo sexual.
  3. Infecciones recurrentes del tracto urinario: La atrofia vaginal aumenta el riesgo de infecciones del tracto urinario, puesto que la reducción de estrógeno puede alterar el equilibrio de bacterias beneficiosas en el área vaginal.
  4. Cambios en la micción: Algunas mujeres pueden experimentar cambios en la micción. Esto puede incluir una mayor frecuencia urinaria, urgencia para orinar y una mayor susceptibilidad a las infecciones del tracto urinario.
  5. Impacto emocional: La atrofia vaginal y sus síntomas pueden tener un impacto emocional en las mujeres que la experimentan. Pudiendo generar cuadros de ansiedad y episodios de estrés, con el impacto que eso supone en la calidad de vida en general.

Es importante reconocer estos síntomas y buscar ayuda médica para abordar esta dolencia en la fase más temprana posible.

Tratamientos disponibles para la atrofia vaginal

Existen diversos tratamientos disponibles para abordar los síntomas de la atrofia vaginal y mejorar la calidad de vida de las mujeres afectadas. Algunas de estas opciones de tratamiento incluyen:

  1. Terapia de reemplazo hormonal (TRH): Esta terapia implica la administración de hormonas, como el estrógeno, para compensar la disminución natural de los niveles hormonales en el organismo.
    Puede ayudar a restaurar la salud vaginal, aliviar la sequedad y mejorar la elasticidad del tejido. La TRH se puede aplicar en forma de cremas, anillos vaginales o tabletas orales, siempre bajo prescripción médica.
  2. Hidratantes y lubricantes vaginales: Los hidratantes y lubricantes vaginales proporcionan alivio temporal de la sequedad vaginal y facilitan las relaciones sexuales. Son especialmente útiles cuando se combinan con otros tratamientos. Consulta en tu farmacia de confianza qué productos resultan más adecuados para tu caso.
  3. Modificaciones en el estilo de vida: Mantener hábitos saludables como beber suficiente agua, seguir una dieta equilibrada, evitar irritantes vaginales y practicar una buena higiene íntima contribuyen a gozar de una buena salud vaginal.
    Además, disfrutar de una vida sexual activa estimula la circulación sanguínea y mantiene la elasticidad de los tejidos.
  4. Tratamientos con láser: La terapia con láser es una opción relativamente nueva que utiliza energía láser para estimular la producción de colágeno en el tejido vaginal. Mejora la lubricación, la elasticidad y la salud general de la vagina. Es un tratamiento no invasivo que se realiza siempre bajo supervisión médica y que tu especialista te podrá recomendar si procede.
  5. SEIDIGYN®: Seidigyn® hidratante vaginal es una crema hidratante con ácido hialurónico hidrolizado no hormonal, que se utiliza para el alivio de los síntomas de atrofia y sequedad vaginal. Ayuda a favorecer la recuperación e hidratación natural de la mucosa vaginal cuando exista sequedad.

Cada mujer requiere un enfoque personalizado para aliviar los síntomas de la atrofia vaginal y mejorar su calidad de vida.
Es fundamental que consultes con tu médico o tu ginecólogo para que pueda orientarte y prescribirte las opciones de tratamiento más adecuadas según tus circunstancias.