Sequedad vaginal en la menopausia

Y todo lo que creías que solo te ocurría a ti.

Un artículo de Carla Romagosa Manrique.

Sequedad vaginal en la menopausia. SEID Lab

Síndrome Genitourinario de la Menopausia. No, no te pasa solo a ti.

Hay ciertas cosas que son incómodas de explicar y todo lo relacionado con el Síndrome Genitourinario de la Menopausia (SGM) es un ejemplo muy claro de cómo muchas mujeres van por la vida experimentando en silencio grandes incomodidades pensando que solo les ocurre a ellas y que, además, no tienen solución.

Dicho síndrome recoge una serie de cambios que se producen con la llegada de la menopausia y que abarcan desde sequedad vaginal, cistitis de repetición y pérdida de elasticidad y grosor en los tejidos de la vagina.

Como la vagina es una zona llena de terminaciones nerviosas y el descenso de los niveles de estrógenos caracteriza a esta etapa de la vida, el Síndrome Genitourinario de la Menopausia provoca menor lubricación y dolor en las relaciones sexuales.

Pienso que hay algo que complica aún más la manera de vivirlo y que tiene que ver con el secreto, la autoestima y la preocupación por no estar a la altura de las expectativas sexuales de tu pareja.

También, esa actitud tan arraigada que implica autocompasión y sentimiento único de desgracia, estancado ahí sin pensar que todo puede tener solución y un final bonito.

Diálogo, conversación y la empatía con la pareja en la menopausia. SEID Lab.

Es momento para el diálogo, la conversación y la empatía.

De ahí la importancia de que todo lo que rodea al mundo de la mujer deje de ser un tabú y de paso al diálogo, la conversación, la empatía y el crecimiento en la pareja.

En realidad, aplica para cualquier comunidad de personas, pues los cambios durante la menopausia son tan relevantes a múltiples niveles (psicológico, físico, laboral, familiar, entre otros…) que ya es hora de que la etapa más larga de nuestras vidas se vaya convirtiendo en un tema colectivo de interés comunitario, en positivo, que es mucho, aunque quede tapado por aquello que es incómodo.

Hablando de secretos, incomodidades y parejas, me viene a la mente Maribel de 50 años, adicta a las clases de zumba y “tiktokera” sin remedio.

Baila donde sea y la red social le ha dado vidilla de la buena durante la pandemia, subiéndole las endorfinas hasta la alegría y reforzando su suelo pélvico a prueba de pérdidas de orina.

Aunque no se explica porque sus mallas preferidas le molestan al bailar y busca costuras donde no las hay.

El simple roce le molesta, de modo que se ha comprado una nueva colección de bragas sin cosidos que han desterrado para siempre a su colección de tangas sexis y casi casi a la libido de su marido que ahora tiende atónito bragas de algodón color beige.

¿Dispuestos a descubrir nuevas formas de sentir placer?

Bromas a parte, Maribel y su marido, se sienten tan atraídos el uno por el otro, que están dispuestos a descubrir nuevas formas de sentir placer, disfrutando juntos.

Ni siquiera el dolor producido por la fricción en su vagina poco lubricada ha hecho que la libido de Maribel decaiga y ella y su marido han descubierto un par de soluciones maravillosas, que les permiten bailar en la cama y en TikTok:

1- Hidratante vulvar:

en forma de gel o crema que ayuda a hidratar la zona íntima, reparando las molestias producidas por la sequedad vaginal.

2- Lubricante:

aplicado durante las relaciones sexuales minimiza el dolor producido por la fricción y la falta de lubricación natural de la vagina.