Sentirse bien y verse mejor en la vuelta a la rutina

Volver a la rutina, sentirse bien y verse mejor es posible

Volver a la rutina diaria supone partir de cero para la mayoría. Nuevos cursos escolares, preparativos de material escolar, uniformes, retomar los madrugones, matrículas de actividades extraescolares y gastos inesperados.

Todo ello conforma un estrés añadido a los horarios de trabajo, actividades diarias y tareas del hogar.

Por si eso fuera poco, los cambios atmosféricos y el final de las vacaciones estivales son algunos de los motivos más frecuentes asociados a los trastornos en el estado de ánimo.

El llamado síndrome posvacacional, unido al frío, la lluvia o la ausencia de luz solar, provocan un decaimiento personal que limita a la hora de recuperar la rutina otoñal.

Algunos síntomas de depresión o ansiedad que algunas personas padecen ante la idea de regresar a la cotidianidad tras las vacaciones son:

  • Tristeza
  • Falta de concentración
  • Desánimo y cansancio
  • Problemas para conciliar el sueño
  • Sensación de malestar e irritabilidad
  • Estrés

Sin embargo, encontrar la fórmula que ayude a reincorporarse a las tareas propias después de las vacaciones y conseguir la energía suficiente para motivarse el resto del año es factible.

¿Cómo sentirse bien y verse mejor al volver a la rutina?

Tras las vacaciones, la adaptación a la rutina del trabajo, a menos horas de descanso y a las obligaciones diarias, puede ser duro y provocar un estado apático, de desánimo y agobio que impiden sentirse bien.

Después de las vacaciones, podemos vernos afectados tanto a nivel psicológico como físicamente. Las largas horas de exposición al sol, al agua de la piscina y del mar, el sudor, la arena y el síndrome posvacacional, hacen que la piel se recienta y tenga una apariencia apagada, deshidratada, áspera y sin vitalidad.

Si te está constando volver a la rutina después de las vacaciones, quieres seguir con el estado de ánimo en “modo verano” y aportar luminosidad y vitalidad a la piel de tu rostro, desde Seid Lab desarrollamos Zafracalm® Relax&Glow que te ayudará a sentirte bien y verte mejor.

La combinación sinérgica de sus ingredientes le confieren 4 potentes acciones que ayudan a la reincorporación a la rutina diaria con buen ánimo y mejor aspecto:

  1. Azafrán: Reduce la ansiedad. Contribuye al equilibrio emocional, ayuda a mantener la relajación, un estado de ánimo positivo y a disminuir la tensión y la inquietud.
  2. GABA: Ayuda a la relajación y mejora el descanso. Es el principal neurotransmisor de tipo inhibitorio en el sistema nervioso central, que, al inhibir la actividad neuronal, contribuye a una mayor relajación.
  3. Ashwagandha: Potencia la concentración. Es una planta considerada un potente adaptógeno, que mejora la memoria y la claridad mental, para un mayor rendimiento físico y mental.
  4. Combina 3 potentes nutricosméticos y antioxidantes  que contribuyen a mejorar los signos del estrés y la ansiedad en el rostro

Sin duda, mantener un buen estado de ánimo ayuda a sentirse más fuerte a la hora de afrontar retos y recuperar el dinamismo perdido, pero también es importante que este positivismo se refleje en el rostro.

En épocas de estrés, bajo estado de ánimo o ansiedad, tomar una cápsula al día, durante dos o tres meses, produce el doble efecto deseado:

  1. Sentirse bien
  2. Verse mejor.

Hábitos que ayudan a recuperar el ánimo al volver de vacaciones

Aunque el término “rutina” suena a aburrimiento, por asociación a la repetición de un patrón establecido, es importante que se ordenen las tareas y actividades y el tiempo que dedicamos a cada una de ellas.

Para las personas activas que combinan trabajo dentro y fuera de casa, el control del tiempo combinando también ocio y deporte, es esencial.

Recordar aquellos momentos en los que más satisfacción se conseguía antes de las vacaciones será una herramienta de gran utilidad:

  • Encuentros con las amigas.
  • Gimnasio o actividad física.
  • Tiempo libre con la familia.

Aprovechar los fines de semana o el tiempo libre para disfrutar, aunque sea unos pocos días. Planificar próximos viajes o buscar alternativas de estancias cortas en algún lugar cercano.

Recuperar la cotidianidad del sueño ajustando los horarios que en verano suelen alterarse.

También es aconsejable una alimentación consciente y saludable.

Practicar deporte de manera segura, con paciencia, poco a poco, planteando objetivos realistas y viables para que las articulaciones no sufran a causa de los cambios de hábitos.

El trabajo fuera de casa también deberá encarrilarse a un ritmo pausado. Es importante no intentar ponerse al día en la primera jornada.

Cuéntanos si tu regreso a la rutina diaria te ha causado algún trastorno. Compartir es aprender, ¿cómo te afectó el fin de las vacaciones?